He dejado que el temporal amainara, para que con las aguas aún revueltas pero más calmadas, la pesca sea más relajada, más ociosa y más prolífera.
Rita
Maestre luce su cuerpo y su palabra destapados ambos de todo
artificio ocultador: "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal".
Admiro su desnudez física y verbal de cintura para arriba, exhibida
con aplomo y elegancia: "Menos rosarios y más bolas chinas".
Tampoco puede resistirse mi atención al placer preliminar y no
sublimado de sus ojos, realistas en su mirar, con naturalidad
pupilar y veracidad irisada . En el banquillo cruza sus pìernas
vestidas con una mezcla de elocuente furia contenida ("sacad
vuestro rosarios de nuestros ovarios") y una casi imperceptible
desaprobación a lo que tiene en frente("contra el Vaticano
poder clitoriano").
La
burocracia siempre ha sido manifiestamente censora. Y aún hoy
funciona bajo el canon de la representación formal y de la nociva
performatividad nacional-catolicista que de moho lo tiene todo
perdido, pese al mágico año 1978 y toda su transición/transacción.
La herida de las instituciones ideologizadas por el medievalismo de
la España del siglo XX, no ha sido restañada... sus vendas aún se
siguen empapando de sangre. Por todo ello el fiscalizar con frases
como: "Los no creyentes no tienen por qué imponer su forma de
ver la vida a los demás", me resulta tristemente comprensible
en ese grisáceo contexto.
Los cuerpos desmembrados por alguna catástrofe o la acción del hombre,
producen horror y asco, y despiertan los sentimientos de compasión y
solidaridad, eso se dice, eso se repite como el ajo.. La realidad es
que la burocracia de los media que emiten y comentan esas imágenes,
hacen hablar a los cadáveres de una manera u otra, en el momento que
mejor les conviene, bajo el guión y el arbitrio del regidor de las
buenas formas y 'performances', para despertarnos violentamente y con
un cubo de agua fría a horas intempestivas. Ahora de lo que se
trata es de cuerpos enteros, bellos, vivos, cuerpos-anuncio... pero
que son recortados con declaraciones sexistas y homófobas,
censurados por una moral puritana y opresiva, al antojo de los
'medios de opinión' de discurso caduco y reaccionario, en el momento
político oportuno, para que los sujetos pasivos engullan la
'editorial' presencia hecha ajo y soporten cada día en los medios
de comunicación ese repetir ácido y con regüeldo que es la
digestión de una obsolescencia ideológico-religiosa del pasado más
medieval.
El
cuerpo de Rita es hermoso: "¡Puta!".Y su porte de dama
altiva: "¡Violenta!". Aureolado de un extraño prestigio:
"¡Bollera!" Lleno de gallardía:"¡Lesbiana!".
En su palidez parece latir la delicadeza de un hada vaporosa, tanto
de cintura para arriba como de cintura para abajo. Pero la 'cruzada'
lanza de la tripuda y uniformada 'picapleitesía' no entiende de
libros de caballerías, ni de dulcineas ni de quijotadas y le
sacude las tetas con una traicionera lanzada hasta hacerla vacilar:
"¡A nuestra reprimenda responde con la indecencia de sus senos
en movimiento!".
¿Por
llevar pintada la palabra 'bollera' en la barriga ha sido ajusticiada
? Las barrigas de algunos ofendidos no presentes en el lugar de los
hechos, pero asiduos a esos templos por ser socios del club, no
llevan nada pintado a la vista, pero en su interior y con más
frecuencia de la que se presume, se almacenan facturas falsas,
evasiones fiscales y otros aderezos que dificultan la digestión;
barrigas cubiertas con decentes ropajes que ya malcubren la corrupta
obra de su hacer decente a ojos de la deidad crucificada.
El
equilibrio entre derechos fundamentales de rancio abolengo y derechos
más contemporáneos y revolucionarios, en cuanto que desarrollados a
partir de la Revolución Francesa, es inestable.
Del
escrito fiscal contra Rita Maestre se escupe un juicio de atribución
:"Es
obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser
putas, libres, bolleras o lo que quieran ser,
pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los
católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus
creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de
ofender". El juzgador no duda que el acto fue una protesta pero
la fiscal introduce literatura de su propia cosecha al 'tipificarlo'
de alardeo.
La
libertad de expresión por un lado y la libertad religiosa por otro
lado del alambre, con una cruz en una mano la una y la otra con una
bandera francesa , están siempre a punto de hacerse caer al abismo,
en una suerte de permanente tensión Harold-Lloydiana.
Si
se fanfarronea a menudo, aún desde una fiscalía, las buenas
cualidades y la excelencia tienden a desaparecer a los ojos del
graderío, porque el alardeo extemporáneo condena el "cuán
capaz eres" al ostracismo : "Quitarse
el sujetador sin más no es delito.
Pero en nuestra cultura la forma de vestir o no vestir, implica una
falta de respeto y consideración frente al otro. En la playa es
normal estar sin sujetador para broncearse todo el cuerpo. Pero
era un templo, no una playa.
En el presente caso, la conducta de la acusada quedándose en
sujetador, traspasa lo que podría ser una falta de protocolo o de
saber estar".
La
manifestación religiosa es protegida pero la antirreligiosa
perseguida, por obra y desgracia de la tergiversación de
Constituciones, Declaraciones Universales, Pactos Internacionales,
Leyes Orgánicas y Códigos Penales. . La manifestación fálica del
"alabado sea Dios, frotando un madero de la cruz en otro para
eyacular fuego", sobreprotegida y la manifestación antifalica
del "El
Papa no nos deja comernos las almejas"
hiperperseguida..."me
cago en Dios".
La
historia nos ha enseñado que las protestas contra el Komsomol o el
Partido o la Iglesia, siempre vienen de elementos extraños a la
clase, heréticos a la beatería: los que luchan subversivamente por
la laicidad del Estado. A esos extraños a la clase y feligresía se
les singulariza para que sean ellos quienes paguen con el público
zarandeo, la ofensa a símbolos y credos de un imperio romano en
decadencia, agonizante, constantiniano y en una clara deriva de
putrefacción moral... ¡Menuda simbología y menuda opción por
parte del estado español!
La
purga. A Rita se le intuye una mueca tras su rostro impenetrable,
pero esas muecas de enfado, lejos de ser una rémora a su belleza, la
realzan. Una mueca porque los
poderes públicos tienen más en cuenta las creencias religiosas de
una parte de la sociedad española que las convicciones ajenas a ese
mundo de mitos y leyendas de la otra parte. Tiene razón Marcos
Aguinis: "El vivo desprecia la ley que siempre lo despreció a
él y se burla de los valores que jamás lo respetaron"...
Demasiado largo para pintárselo en un cuerpo tan apolíneo y
proporcionado como el de las manifestantes de la Universidad; más
ajustadamente sobrado a la mondonga orondez de la jerarquía
eclesiástica. Las imágenes de Papas esvásticos y obispos oficiando
misas nazis y fascistas son un ejemplo palmario de ese tomar el todo
por la parte que más conviene.
“Un
torso desnudo no tiene porqué ser ofensivo, pero ello depende del
lugar y las circunstancias en que se realiza, y, en este caso se
realizó en el interior de una capilla católica con culto
consagrado".
La
'neutralidad' huele un poco a parcialidad de tanto que se le ha roto
la cadena del frío cientifismo: se pasa por alto, en una amnesia
selectiva, esa no tan antigua obligación a profesar determinada
religión, en el caso español, el cristianismo nacional-catolicista.
¡Ni impura ni virgen, ¡libre!, ¡transmaricabollo!, ¡viciosa!,
¡maricón!, ¡puta! ¡deseante!, ¡autónoma!, ¡lesbiana!"
Herencia
de esa hedionda "neutralidad" quizás sea el que una
Universidad pública de un estado aconfesional esté obligada a
albergar en su interior un templo católico... Algo así a como que
en el interior de un país europeo haya un paraiso fiscal con patente
de corso para operar a su antojo y a su vez protegido de ser
profanado, esto es, de que los principios de igualdad fiscal del páis
en el que se haya incrustado osen ofender sus sentimientos
'paradisíaco-fiscales', o de que por palabra o por cualquier tipo de
documento se haga escarnio de sus 'peculiaridades ético-fiscales.
La
iglesia católica, el verdadero cristianismo, el de Constantinus
Imperator, continua siendo una de las instituciones falocráticas
por excrecencia, un paraiso penal-fiscal-espiritual desde tiempos
inmemoriales, que por los santos cojones de los concilios ha
emprendido ciento y una ‘cruzadas’ contra toda forma de
orientación y manifestación socio-sexual distinta a la impuesta por
las ordenanzas papales.
Tras
un concilio conmigo mismo, se me escapan de los esfínteres estas
bullas, que no bulas, interrogativas ( en la 'fala' del occidente
asturiano, 'bulla' también vale como pella de excremento del
ganado vacuno):
¿Se
puede ofender en un altar cristiano por ir con las tetas al aire?
Allá por el siglo I, cuando los cristianos eran más auténticos -
al decir de los entendidos en sentimientos y misticismos religiosos-
la lujuria y la depravación sexual, sin olvidar el robo y el
asesinato, eran formas de servir a su dios empalado, un ser bueno y
justo donde los haya.
La
iglesia es una institución que eyacula antidemocracia, pedantería,
machismo y fabulación como un semental, dentro de la cual las
mujeres no son seres humanos, si refrescamos la mollera en las aguas
de Aristóteles, pues ni se las permite ser políticas ni hacer
uso libre del don de la palabra, porque el dogma manda; institución
dentro de la cual, también, los homosexuales no existen.
Insisto
en dejar escapar 'bullas': ¿se puede ofender un templo cristiano por
que dos mujeres se besen en la boca rozándose sus pezones? Para los
romanos pre-cristianos la honradez se manifestaba a la luz del día y
el crimen se ejecutaba al amparo de las tinieblas....entonces ¿por
qué - se preguntaban- los cristianos escondían con tanto
empeño sus ritos y adoraciones? La sospecha ante esas evidencias,
era la de que en las catacumbas se organizaban orgías más que actos
de misticismo. Esas sospechas fueron confirmadas por eminentes
líderes del cristianismo como aquel al que le decían san Basilio o
Clemente de Alejandría, quienes acusaron de depravación sexual a
muchas comunidades cristianas como la de los Adamitas, defensores de
ir en pelota picada como en el paraiso y del amor libre y la orgía
sin complejos; unos claros subversivos a la jerarquía y autoridad
católicas.
Tras
este breve párrafo, el que el colectivo del que formaba parte Rita
Maestre manifieste que "la iglesia no se limita a regirse por
normas obsoletas y misóginas sino que intenta extrapolar su
concepción de mujer, sexualidad y familia al resto de la sociedad.
Ayer, hoy y siempre la iglesia nos cubre y nos ataca", puede ser
algo tan lesivo a esa parte del entrecomillado anterior llamado
Iglesia, como un plumón de oca sobre una estatua de mármol.
La
bulla occidental, se traviste de moñica o boñiga
en el centro y oriente de Asturias, pero las observaciones empíricas
apuntan a que las vacas defecan con la misma soltura y parecida
generosidad : ¿Ofende al cristianismo que una mujer lleve sobre su
barriga desnuda pintarrajeada la palabra 'puta'? ¿Ofende a las
'señoras' de misa dominical? Una puta lo tiene difícil en eso de
aparentar ser señora, pero una señora puede simular ser puta sin
notables esfuerzos.
La
libertad de expresión es un derecho reconocido en la Constitución
Española pero no es un derecho absoluto, sino que tiene sus límites
en el absolutismo religioso.
Cuán
injurioso y calumnioso es el antojadizo olvido de las 'señoras'
católicas hacia los tiempos de desenfreno,libertinaje y
voluptuosidad que los cristianos carpocracianos llamaban 'prácticas
espirituales', y que Clemente de Alejandría denunciaría, quién
sabe si por indignación o por envidia. Ellas no saben nada, ora pro
nobis, bis, bis...
Cuán
ofensivo el obviar las hazañas de los fornicadores Nicolaitas,
ferviertes convencidos de recibir la paz, después de follar mucho a
todo lo que se meneare, en el octavo día. Ellas lo ignoran todo,
salve regina, bis, bis, bis...
Y
qué decir de la devoción de los monjes Jovinianos, entregados a
la buena mesa y al mejor joder sin pudor. ¡Pero qué nos dice a
nosotras, un respeto! Mater misericordia, bis, bis, bis, bis....
O
hacer ver, desde la teatral debilidad de una fe violentada y
coaccionada, como que el picor 'èspiritual' de las doncellas
Agapetas, aficionadas a las vergas de curas, por mor de la pureza
santa del himen de nuestra señora, fuera asunto de ficción
blasfema. Refugium pecatorum, bis, bis, bis...
¿Se
puede equiparar a unas pacíficas manifestantes con los 'piadosos'
Fibionistas, a los que Epifanio - sus colegas le añadían el
calificativo de santo- acusaba de pajearse en mano ajena para que el
propio la engullera como transmisión del cuerpo de su dios llamado
cristo: eucaristía con una hostia de semen y un cáliz de media
pinta de simbólica sangre de cristo, como no podía ser de otra
forma y regla, a base de un nada simbólico flujo menstrual recogido
con las manos. Vade retro, satanás, bis, bis...
El
efecto liberador de este sainete respecto a caducas coacciones
tradicionalistas, el catolicismo en el caso que nos ocupa, no creo
que haya sido catártico más allá de los protagonistas. Tanto,
tanto, tanto y la Maestre va y pide disculpas de forma lenta,
monótona, soporífera,por si ha ofendido a alguien, soslayando los
puntos sobre las íes, para no airar más a los togados.
En
la Edad Media quemaban en la hoguera a las diferentes, hoy les
linchan en el terreno mediático, y los medios es lo que han hecho...
a nadie se le ocurrió en la Edad Media cobrar o explotar
económicamente el acto de quemar vivo a un hereje, en algo hemos
evolucionado...económicamente.
¿No
hubiera sido más excitante y cautivador que la fiscal Marisa
Morando le colocara las manos en los pechos de la rea de hermosura
altiva , acercándose a su rostro y recitándoles a los bermejos
labios aquello de: "Decir me
cago en Dios
delante del sagrario es claramente un acto de profanación", de
manera casi inaudible, sincera y delicada?
Herir
los sentimientos religiosos cuesta 4,320 euros, poco menos que medio
kilo de caviar...¡Mandan huevas de esturión!... Y todo por tocar un
poco los huevos al clero. Mis sentimientos son anticristianos... ¿a
cúanto me pagarían el medio kilo de herida en mis sentimientos ?
Es que las procesiones en espacios públicos, las valoraciones
religiosas de derechos universales en medios de comunicación por
parte de hombres cubiertos de siniestras sotanas, o el campaneo atroz
de templos de cruzados o mezquitas chillonas, ¿no son una patada en
los cojones/huevos/huevas de mi sensibilidad arreligiosa?
La familia de Rita es católica, y ella misma reconoce haber ido muchas veces con su abuela a misa... Rita se ha dejado llevar por su querencia infantil de cristiana ácrata, revolucionaria y multimedia. Esta chica me sigue pareciendo muy bella físicamente... pero a mis años, las carretas están repletas de tantos legajos anticristianos, que no hay tetas que puedan tirar de ellas...