A
las once y media de la noche del sábado, en el vigésimo cuarto día
del mes de mayo de este año de desgracia y jodienda, avisaba el
programa de las novenas jornadas visigodas de un lugar de la Mancha
de cuyo nombre no queda más remedio que acordarse, Guadamur, que se
iba a realizar un espectáculo de luz y sonido, proyectado en el
edificio del castillo, bautizado con el nombre de Lux Gothorum.
De
nuevo los Gothorum, Vandalorum et Suevorum... la pesadilla de los
programas de estudio franquistas vuelve a cobrar vida en la España
de los smart-phones y las redes sociales... la sempiterna España
amiga de redes, de tornos, rejas y escuchas.
Algunas
de las Hazañas de aquel 'noble' pueblo visigodo y que se ensalzan en
multitudinarias jornadas visigótico-festivas, fueron,entre otras,
la celebración del II Concilio de Toledo, convocado por el rey
visigoso Recaredo I y por el que el catolicismo
era una unidad de destino en lo de universal y godo que tenía la
cosa, con los judíos como destinatarios especiales de un " y no
estoy mirando a nadie". Otro rey de esa cruzada estirpe,
Sisebuto, y que la historia le perdone el apelativo por lo de
puñeteras que tienen las rimas que inspira, fue quizás el primero en
apuntar que 'los judíos eran un problema', y el primero también en tener los
derechos de autor de la posteriormente rebautizada 'conjura
judeo-masónica' franquista, al explicar que el problema judío venía
de la fabulación, que desde los tiempos de Recaredo, el number one,
se había extendido, de que los judíos no hacían otra cosa más que
conspirar y que por ello deberían recibir como medida de gracia una
bofetada por judío, luego otra por si la olvidaba, después
arrastrar su fe por el suelo, patearla y tirarlos al final al fuego,
como en la trágica Numancia cervantina: "En la plaza mayor ya
levantada /queda una ardiente cudiciosa hoguera, /que, de nuestras
riquezas ministrada, /sus llamas sube hasta la cuarta esfera."

Quizás intentan estos piltrafas disfrazados con alcandaras de lienzo de
algodón, emular al rey visigodo Sisebuto, el mismo que al judío
que no abjurara de su fe, le otorgaba la caritativa y cristiana
opción de la expulsión del reino por un lado, o la muerte por el
otro. Haz y envés de una hijoputada realmente visigoda.
Puede
decirse que una ardilla podría recorrer la península saltando de
capiello en cofia, brincando de cabeza calva a cabeza peluda, por
toda la ciudadanía y aldeanía, travestida en feligresía de
zapato fenestrado y cota de malla, congregados todos ellos con vasos desbordantes
de vino y panzas llenas de cerdez en toda su longitud de onda
gastronómica; ebriamente reunidos en torno a la edad más oscura y fétida de la
historia hecha fiesta, jornada o exhaltación de la cultura española
del medievo más antijudío.
Fetidez
como la que embiste el olfato al conocer la vida y obra de otro rey
visigodo llamado Sisenando. En el nombre de su señor-deidad, convocó
otro concilio, por el cual y gracias a su misericordiosa legislación,
los judíos bautizados a la fuerza, cuyos padres no fueran
conversos, debían ser separados los unos de los otros a la tierna
edad de que se tratare y teniendo a la vista el alguacil en postura de
desenvainar el estoque sobre aquellos desgraciados que osaren en desfacer lo mandado. Dejad
que los niños bautizados se acerquen a mí. Sin olvidar otros méritos
conciliares como los robos, a los que llamaban confiscaciones,
torturas a las que llamaban azotamientos públicos, o humillaciones
como la de rasurar las cabezas judías.
Pues
en Guadamur, y después de estas delicatessen a modo de antecedentes,
concretamente sobre su castillo, dicen que propiedad de un judío
ajeno a estos trapicheos, el espectáculo de luz y sonido vino a ser
como una eyaculación ampulosa, pegajosa y a todo color de las
imágenes de esos reyes visigodos transformados por grande hechizo en
los caretos de Franco, Hitler y Himmler, tres malas hierbas
estropeadas por las pisadas olvidadizas, de uno de los jardines más
oscuros de moral y escasos de inteligencia, de la historia...
La
proyección de tal desatino a todo color, audio-pompa y circunstancia
censurable, no ha sido sino la de la materialización gráfica de las
obsesiones y de los conflictos erótico-espirituales de los autores y
sus promotores, en este caso el pueblo llano de la llana meseta,
pues se da el caso de que el vídeo fue elaborado por una empresa
formada por dos vecinos del municipio, que ya habían hecho otros
vídeos para las jornadas medievales los dos años anteriores... el
sentir patrio manifestado por sus emprendedores surgidos de entre la
más campechana aldeanía.
Una
vez estallada la polémica, el PP de Guadamur ,patrocinador,
organizador y contratista de la resurrección virtual de las momias
asesinas y por eso de que se avecina la papeleta electoral, lo
intenta arreglar pidiendo disculpas a quienes pudieran haberse
sentido ofendidos... ofendidos... pero dicho con un tono como dando
a entender que sería imposible encontrar a un buen cristiano
viejo que pudiera haberse sentido ofendido... una invocación a la
inocencia y buena fe, con tanto truco y amaño como una sesión de
espiritismo; dicho también con un tono como dando a esconder que la íntima intención era la
de insultar con un cuchillo de odio tan personal y dirigido a herir a
un grupo de personas tan determinado, que resultaría, fuera del
escondrijo, escandalosamente sangrante y punible. Las explicaciones
en la forma y en el fondo, son un instrumento, en este caso, más
defensivo que expiatorio.
Pero
a ciertos ediles, cuando se les deja barra libre para que recreen la
lengua, y fieles al don de la oratoria de su líder nacional, van
enredando de forma caótica la cosa, hasta el punto en que el ovillo
es una auténtica mierda, pestilente, hiriente a la vista y
circunnavegada por legión de moscas coprófagas.
En los cuchillos de
los SS alemanes, estaba grabado el lema: "Mi honor es la
fidelidad".
La Fidelidad patria que aquí nos convoca llevó en
el pasado reciente a ese Ayuntamiento
de sensibilidades especiales y tras largas y sesudas jornadas de
reflexión, circunspección y arduo análisis, a adoptar una medida
política de hondo calado: ser los primeros en declarar persona grata a
Mariano Rajoy, después de la ingratitud municipal de la retranca pontevedresa...
Tratóse pues la 'guadamurada', de una
corrida audiovisual cuya pretensión, y comienza el enredo con la
dicencia de la PoPular alcaldesa Sagrario Gutiérrez, era la de
ilustrar cómo la hispana unidad de destino en lo universal había
recuperado el tesoro de Guarrazar, vendido a Francia por la parte
vendedora llamada Isabel II. ¿Nos hacemos unas pajillas? No, no
tengo nada que ilustrar sobre nuestra patria. Una recuperación que formó parte de las negociaciones con el
Gobierno provisional de Vichy. Un tesoro rescatado gracias a los
responsables del asesinato de más de 6 millones de judíos, cuyas
efigies no merecen para el Ayuntamiento Popular de Guadamur, nada más
y nada menos que una oda wagneriana a sus pericias
político-psicóticas.
Los
de Castrillo de Matajudíos se han doblegado ante la conspiración
judía, pero nosotros, cristianos viejos, en nombre de nuestro señor,
vamos a plantarles cara en forma de caretos virtuales: ¡Heil Hitler
y Arriba españa!
Si
el pregón del alevoso y nocturno atentado, lo hubiera pronunciado un
Recesvinto resucitado, sus palabras no habrían quedado muy fuera del
contexto y del espíritu con el que fue ideada, ejecutada y
politizada la estampación audiovisual de los rostros indecentes de esos
"guías" y "caudillos": «...Me refiero a la vida
y costumbres de los judíos, de quienes tan sólo sé que con su
peste contagiosa está manchada la tierra de mi gobierno. Pues, ya
que Dios omnipotente había arrancado de raíz a todos los herejes de
esta tierra, se sabe que ha quedado esta única vergüenza sacrílega,
a la que o la fuerza de nuestra devoción corregirá, o la venganza
del castigo aniquilará».
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