domingo, 16 de septiembre de 2018

EN ÉL


Todo era un cocido triste y verde,
gris y foliado
el parque,
adonde lo follado...

todo estaba desconchado,
el tobogán
estaba roto y oxidado,
el quiosco,
el parque,
adonde los quebrantos
adonde los duelos 
y los infantes jumentos.

Los patos hambrientos
graznaban asesinato
y los pavos,
de la corona idos,
amenazaban de muerte
en la república del parque,
por un bocadillo, 
por un bocado sangrante,
la risa hilarizante.


Los bastones eran grises y feos,
esos putos viejos
todo lo golpeaban,
tomaban el sol como lagartos,
se peían
y después el veneno lo vomitaban,
los del parque, putos y viejos...

Los gritos agudos,
cavaban el aire del sur,
ahora la locura,
lo más próximo,
el llanto luego, 
para mí una carcajada límpida,
en el parque...

de zapatos harto,
achicando mis círculos,
hasta marearme,
de ver gente
mirarme,
saludarme,
toquetearme,
en el parque,
en el putísimo parque.

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