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miércoles, 22 de julio de 2020

SINCERIDAD DE LA EBRIEDAD

Por arenas volcánicas del submundo

los borrachos minan el suelo 

de arcadas,

tanteando pubis canosos,

masturbando lo instantáneo,

agitando manzanas fermentadas.


El mentón firme

sobre la orilla del océano,

guijarros en la mar navegando

quieren desdentar la boca.


En la estancia del salitre,

tendidos con pinzas,

cuelgan cuerpos

ya despegados de sus almas,

mecidos por un horizonte

hecho bocanada de viento.


Los pies ebrios

dan bríos a la dura orilla,

cuyas olas rugen

hasta hacer del pensamiento

un eco de ciencia incierto.


Maridos son los vientos,

las nupcias consumadas,

esposas son las fuerzas.


Del sedal atado,

del anzuelo enganchada,

una mustia rosa

su sangre espanta

al beodo playero

que huye

en rumbo incierto.


El hombre ebrio

hace sombra sobre el suelo

de memoria y de juicio,

cayendo en el olor

de acidez hiriente de su pensamiento ,

herido y muerto de cobardía.


El desierto tapa

el mágico espejo del agua mística,

las armas disparan

purificación y sanación,

apuntando al horizonte,

esa línea presente y ausente

que en miríadas de reflejos

confunde los detalles y los matices,

allende el desierto de almas,

los nosotros mismos

y los vosotros que nos rodean.



Cientos de bondades

enfrentadas al obstáculo,

salen a morir

desafiando al fracaso,

en un efímero ahora

de una paja fugaz y pasajera

al mar eyaculada.


La cura de la locura del niño

crece

donde la arena se empapa

del ingenuo ingenio

y sus desvíos fermentados

en una suerte de atávico vino,

conectado con evocaciones del pasado

y babas reencarnadas durante siglos.



* * * * *

jueves, 9 de julio de 2020

FRUTA PODRIDA

Los cadáveres locos flotan las olas en el dilatado mar de los cuerdos.

Un cordón umbilical de ramas secas podadas del drama cómico, a la deriva navegan su drama trágico, sus obscenidades panza arriba.

Las escenas de arrugas son borlas que cuelgan ajadas y desteñidas la pesadumbre y el lamento.

Amargo es el ocaso de la estación efímera, atrás quedó el dulce encendimiento.

Ardiendo, los cadáveres se fugan del mar de los cuerdos a la tinta de los puntos y a parte.

Los puntos y aparte que horadan el pensamiento, que mastican el tiempo indiferente a ese mar repleto de muertos.

El gesto de cada muerto es un pliegue de libro abandonado que ha descendido al infierno para volverse a elevar.

Libros que desde el fondo han vuelto a flotar en el mar de los cuerdos, minúsculos tomos gelatinosos.

Hojas secas arrancadas, arrugadas, mojadas de semen charlatán y adulador, sus puntos y a parte de la tinta corridos.

¿Quién en silencio fue conocedor de lo genuino, qué resíduo mudo lo fue de lo bastardo?

Mamando pezones rotos en tetas puramente formales.

Oyendo la meada en su susurro de gotas musicales.

Oliendo la entraña que con dolor evacúa y que nunca cesa de evacuar.

La diarrea verbal del animal social,  esa gran mierda y ese gran mar de los cuerdos, del que los cadáveres enajenados quieren fugarse al charco de los versos.

Flotan sus formas los versos, algunos besos sueltos,  flotan sus proporciones, que hieden a muerto, que no huelen a un deus ex machina cuerdo.


domingo, 24 de mayo de 2020

¿QUERER? ¿QUERIENDO? ¿QUERIDO?

¿Qué sois vosotras, mitologías escritas con caligrafía oligofrénica, que lo impregnan todo con la acidez del vómito?
Determinadas por vuestra propia naturaleza sólo sois jumentas, que cargan la pesada carga para luego comer el pienso, hasta el día en que los moralmente considerados os lleven al matadero.

Hubo un tiempo en que creía pensar en color, pero el agente casi no podía mover lo transparente y por ello pensaba con mitológicos errores de coloración: todo era del granate de la tortura y del hedor de la sangre.
Hubo un tiempo en que la razón, aunque escasa, no tenía arrugas en la frente, como el Golem postrado ante el Rabí Loew bar Bezalel. Un tiempo hubo en que su ímpetu se metamorfoseaba en espinillas de purulentos secretos, cuya libidinosidad me tentaba a reventarlas, asesinarlas, ignorarlas.
Hubo un tiempo en que el aroma emborrachaba al pensamiento, que daba tumbos por los estrechos callejones de un laberinto de benzaldeídos, amoníacos, putrescinas y cadaverinas.
Un tiempo hubo en que con el estornudo no se iba el alma por arte de fechizo e bienquerençia, sino sólo mocos sinceros, espesos y verdosos. Tiempo hubo en que mi impotencia a todos causaba risa y yo, amedrentado, reía para no ser tiroteado con criadillas fritas.

Ahora pienso viejo, veo cómo termina lo vivo y cómo comienza lo muerto, pienso con la fecha de caducidad ilegible y al reloj sólo le quedan unas pocas arenillas. Ahora todo anuncia disposición a yacer en la tierra o en un horno crematorio: la práctica de la prostitución ofrece en cada generación vertientes olvidadas y a veces nunca imaginadas. Entonces, mis pensamientos se harán inmortales, de aspecto invisible, honestos con nadie, ni siquiera serán aburridos porque no habrá constancia de ellos y su rebuzno no conmoverá a ningún corazón a palpitar de asombro.

Yo que de parido fui a caer por desventura en la marmita donde se cocían a fuego lento la torpeza y el desvarío, he eternizado la comprensión del segundo durante tanto tiempo, que cuando llegué a comprenderlo la libido me estaba diciendo adiós con un pañuelo bordado desde la ventanilla del tren que partía para nunca más volver. Una mano abre el costillar con aceradas uñas y en su palma dos pares de labios se abren para beber la sangre de mi corazón; encarnizamiento en el castigar en vez de dadivosidad en el premiar.

A las inflorescencias de mi pensar se les van marchitando los pétalos y huérfanas de polinización, y por mor del cornezuelo, se pudren con un olor tan parecido a la perfumada mejilla de la doncella de la muerte...
La espuma y el pavoroso estruendo de la tempestad se aleja y disipa su furia. Aferrado a los restos del naufragio dialéctico voy a la deriva mientras el sol clava sus aparejos de matarife lentamente, sin prisa, sin compasión, sabiéndose implacable vencedor.

¿Qué fueron mis pensamientos sino pájaros ancianos que con su volar cansino y derrotado acabaron mojando sus últimas plumas en la salada sangre del mar, presos de un puño de dedos huesudos y corruptos que nunca más les volverían a devolver el vuelo ni la vida?

Cuando el pensamiento va hundiéndose en la decadencia, los dorados colores del ocaso se van fragmentando y el gris todo lo difumina, todo lo apaga, sin delicadeza y sin conmiseración con los videntes.
En algún otro lado despuntará el amanecer, un orto de anaranjados silogismos que echan chispas, una primavera de prodigiosos pensamientos rápidos y ágiles. Ahora, mis inservibles, mis tullidos, mis viejos pensamientos que siempre creyeron ser biblioteca cuando no pesaban lo que un libro huérfano de alguna de sus hojas, van caminando solos, sin malas compañías, que buenas nunca fueron, hacia el occidente, adonde los pensamientos vanos, adonde nadie espera ni siquiera ser amado...
Guardada en la escritura del persistente negro sobre blanco, será la memoria de todos los que no son yo.












domingo, 16 de septiembre de 2018

EN ÉL


Todo era un cocido triste y verde,
gris y foliado
el parque,
adonde lo follado...

todo estaba desconchado,
el tobogán
estaba roto y oxidado,
el quiosco,
el parque,
adonde los quebrantos
adonde los duelos 
y los infantes jumentos.

Los patos hambrientos
graznaban asesinato
y los pavos,
de la corona idos,
amenazaban de muerte
en la república del parque,
por un bocadillo, 
por un bocado sangrante,
la risa hilarizante.


Los bastones eran grises y feos,
esos putos viejos
todo lo golpeaban,
tomaban el sol como lagartos,
se peían
y después el veneno lo vomitaban,
los del parque, putos y viejos...

Los gritos agudos,
cavaban el aire del sur,
ahora la locura,
lo más próximo,
el llanto luego, 
para mí una carcajada límpida,
en el parque...

de zapatos harto,
achicando mis círculos,
hasta marearme,
de ver gente
mirarme,
saludarme,
toquetearme,
en el parque,
en el putísimo parque.

sábado, 15 de septiembre de 2018

CREAR POR SEGUNDA VEZ CUANDO NO SE HA CREADO A LA PRIMERA

Cuando debía caminar
me tambaleaba,
los vestidos eran demasiado cortos
para mi imaginación,
con un pie delante
de otro pie de otro.
Cuando las crías
de otras madres,
jugaban en el parque, 
me refugiaba
como un estúpido animal,
tras tupidos volantes de flores
que no olían a flor.
Cuando debía correr,
tropezaba
y me corría
 sacudiendo la cabeza,
gritando al botón equivocado
del ascensor tarado.

ESA LONA QUE NO TODO LO CUBRE


desde la esquina del polvo,
vacías telas
y arañas con miedo...
lo tan claro muerto,
seco, quieto...
lo tan simple,
flota inerte,
asido a un neumático,
sin aire, sin llanta,
sin aliento...
todos los dueños
olvidan el polvo,
huecos de ojos...
todos los huérfanos
están ahí dentro,
dos veces yermos...

EL SUFIJO DEL DOLOR ES LA LUZ


¿Cuándo sentí dolor? ¿Cuándo tuve que sufrir?
¿Nunca hubo luz?
El dolor encogía al espíritu,
hasta la más punzante pequeñez.
Enmudecía de aquel modo
y en los oidos aullando,
aquella algarabía de bichos
del jardín de espinas sonoras.
En el campo de batalla,
humo, moho y enfermedad
enmerdantes
de la voluntad.
No había un solo hierro
al que aferrarse,
todos eran blancos, ardientes
masticadores de la paz.
Veo aquellos cuándos
eternos, imponentes,
desde mi actual trinchera
enferma
de hasta cuándos.

ENCÍAS EN CLAVE DE FA


pompa de saliva
bomba creciente,
que sale y va,
cuando sea bomba llena,
explotará...
eyacuclación euclídea
hueca y transparente,
que sale y va,
cuando desaparece
lo hace en fa...

PATERNAL PRENSIL


En un delirio no deseado,
ascensión que es un martirio,
se flota hacia una boca cerrada,
que cuando enseña los dientes
revienta en un aliento fétido...
condenado en el aire
a nadar,
hasta que esos brazos enormes,
cadenas de eslabones familiares,
que son voluntad de dominio peluda
decidan hacer aterrizar
al títere de una absurda tragedia,
que era yo,
pequeña fortaleza,
decadente resistencia,
metida en una vacua y absurda
botella...

viernes, 14 de septiembre de 2018

EL AMANECER DEL HOMBRE


en la obediencia la idiocia,
en la infancia la charca,
durante el aprendiendo
el odio,
durante el yugo y el horario
la cracia...
la pereza y la apostasía
se vengan sometiendo,
a yugo y reloj de pulsera,
al  social y al altruista...
la mejor prueba de ello,
la dentellada sin dentadura...

CUERDA RAÍDA POR UNA UÑA


conocer para arrendar el control,
de la infancia tierna y masticable,
crecer para arrendar la posesión,
de la infancia lejana y extrañable...
una miga de la infancia,
una amiga de la hogaza de pan,
cuya ingestión produce
dulces afecciones,
terribles e incurables,
insulínicas y empalagosas,
vomitadas desde la oscuridad del horno ventral...


jueves, 6 de abril de 2017

CANTE NACIDO PARA MORIR DE TINTA

Aquello nacido para ser cantado en todas sus dulces grandezas y en todos y cada uno de sus amargos fracasos, cuando es silenciado por la tinta y es encarcelado en el empapelado silencio de  plantas secas, cuando es travestido en grafía que se desplaza muda por una pauta o por un renglón torcido, sin guía y sin maestro, no soporta esta adulteración ya sabiéndose un cante postrero    y muere del todo, en el olvido, sordo y muda, muere ahogada en una poza oscura de recuerdo.

me río de verme tan viejo en este espejo

Con todo cariño, mucho cariño, cariño por uno mismo, por el otro, por todos los otros, cariño maternal tatuado en el brazo de un reo de homicidio, de violación y de asesinato,  cariño de vuestras mujeres, de vuestros hombres, de vuestras familias y vuestros próximos... todas son escrituras mentirosas de cariño, borrones de tinta sobre un papel seco, ajado, de porquería sobrado y yermo...

Casi riño... Casi a diario, casi sin justificación, con un casi ilimitado, casi todo el tiempo, en casi el mismo espacio, casi como Descartes, con un muy muy al principio, pero con una puerta trasera para escapar de las urgencias cotidianas y hasta de las cartesianas.
Casi riño... ¿Por eso hay cariño?... ¿Porque el 'casi' se queda en 'casi', y el 'riño' se tira a la perdición del olvido?


miércoles, 21 de diciembre de 2016

ENMOHECIÉNDOME UN POCO MÁS

La historia la recuerdo pintada de vivos colores, que ya no recuerdo, cada vez menos cuerdo. Y ahora la veo arrugada, cubierta de un moho gris, mustia, casi sin color... ¡Para lo que me sirve, la dejo como está y se acabó esta historia!
 

hibernación infernal

El invierno es un entreacto helador, cuya pretensión es la de matar a los espectadores. Acaba con el canto del grillo que fenece enterrado bajo tierra. Vapulea la hoja seca, ajada, amarronada que aún no se ha querido caer. El invierno es un infierno de cabronadas, pinten en oros, en copas, en espadas o en bastos. El invierno impone la modestia a base de frío, y sugiere ir con la espalda encorvada para esquivar al grajo , ¡carajo!.

SALIVAZOS QUE HIEDEN COMO CINCO VENTROSIDADES

COMO MÚLTPLO SACA A RELUCIR SU EGOCERISMO, COMO DIVISOR  GENERA INFINITUD

SALIVAZO AL VIENTRE DEL CUARTO OSCURO

TENGO UN RECHAZO QUE NUNCA ME PODRÁS OFERTAR

domingo, 25 de septiembre de 2016

SALIVAZO QUE VIENE CON TRES GANGBANG

Al censado, donde no le entra la polla le entra el sobre... mientras haya orificio, no distingue: ¡ Es la fiesta de la falocracia!


Ilustración de Edu Barbero

 

domingo, 12 de junio de 2016

SALIVAZO SOBRE DOS VIENTRES ESTÉRILES

Repartir y regalar es como parir: llega un momento en que uno es estéril. Para entonces, poco a poco, van desapareciendo los que te daban calor y compañía, que casi sin darse cuenta, ya están repartiendo y regalando, pero para otro lado que no es el propio...¡Joder!

sábado, 29 de diciembre de 2012