¿Es
una posición extremista la del actual gobierno griego como dicen
los conservadores, esto es, la derecha española en conserva de
escabeche?
Para
las FARC la lucha armada era la única forma de hacer oposición al
Gobierno de Alvaro Uribe, esto sí era extremismo. Yo no he oido ni
leido invocaciones a la fusilería, aunque a más de uno le hayan
entrado ganas de refugiarse en las trincheras tras ver el gesto de la
Angela de la Merkel... ¡ah! ¿Pero no era la Angela de la Muerte?
¿Es
radical la actitud del partido que gobierna Grecia, a juicio y
prejuicio de la pareja de gaviotas carroñeras que revolotea
acechante la península?
Exceptuando
el nombre del partido gobernante, 'Synaspismós Rizospastikés
Aristerás', quizás se acerque algo su Rizospastikés
(radical)
a otra actitud, la radicalidad de Largo Caballero. He aquí unas no
muy largas y no muy caballerosas palabras del personaje político a
las que arrimar la comparanza: "Después del triunfo, yo me
reservo el derecho de hacer la revolución". Se le acerca la
cosa en radicalismo, aunque parezca lo contrario, porque para el
Scarttegories de la UE a falta de 'revolución' , 'referéndum' es
aceptado en lato sensu
como animal de compañía ... "Después del triunfo, nos
reservamos el derecho de hacer un referéndum"... a falta de pan
buenas son tortas.
Nada
nuevo parece haber bajo el sol del 2015, que no haya sido insolado ya
en los años setenta del siglo pasado, cuando el moreno oscuro sin
concesiones, el moreno albañil, estaba surcado por unas patillas de
hacha y el pantalón de tergal y los botines con tacones sólo se
meneaban al son de la rumba catalana y las "chichadas" de
aquella incipiente Discoteca Lover Club.
Entonces, entre las minorías intelectuales europeas, las ideas de orden social, negociación y no violencia tenían menos arraigo que en la mayoría asalariada que vivía a la sombra del stablishment. Las actuales minorías intelectuales europeas, encarnadas en la oligocracia de la UE, poco han cambiado desde entonces: son partidarias de apretar los tornillos aún a riesgo de pasarlos de rosca y provocar un desoren mecánico en el motor que hace andar a trompicones a la sociedad griega que ya está hasta los cojones del traqueteo; la troika, antes que negociar los medios técnicos para el pago de la deuda griega en atención a su grave situación económico-social, prefiere la imposición de medidas de austeridad que en quien repercuten más intensamente es en la ciudadanía que va a pie, en autobús municipal o en bicicleta destartalada herencia oxidada del abuelo. La UE, aquel sueño nacionalsocialista , ha optado por violentar la soberanía nacional de un país y el mandato del pueblo expresado en las urnas para arropar incondicionalmente a su política de politburó comunitario/comunista. Y ha optado también por racionalizar de modo economicista los preparativos de una guerra antes que por dedicar los esfuerzos en el desarme y la limitación del armamento para evitarla: la divisa monetaria pesa más en sus balanzas amañadas que el ser humano.
Entonces, entre las minorías intelectuales europeas, las ideas de orden social, negociación y no violencia tenían menos arraigo que en la mayoría asalariada que vivía a la sombra del stablishment. Las actuales minorías intelectuales europeas, encarnadas en la oligocracia de la UE, poco han cambiado desde entonces: son partidarias de apretar los tornillos aún a riesgo de pasarlos de rosca y provocar un desoren mecánico en el motor que hace andar a trompicones a la sociedad griega que ya está hasta los cojones del traqueteo; la troika, antes que negociar los medios técnicos para el pago de la deuda griega en atención a su grave situación económico-social, prefiere la imposición de medidas de austeridad que en quien repercuten más intensamente es en la ciudadanía que va a pie, en autobús municipal o en bicicleta destartalada herencia oxidada del abuelo. La UE, aquel sueño nacionalsocialista , ha optado por violentar la soberanía nacional de un país y el mandato del pueblo expresado en las urnas para arropar incondicionalmente a su política de politburó comunitario/comunista. Y ha optado también por racionalizar de modo economicista los preparativos de una guerra antes que por dedicar los esfuerzos en el desarme y la limitación del armamento para evitarla: la divisa monetaria pesa más en sus balanzas amañadas que el ser humano.
La
UE, llegó a superar en radicalidad y extremismo económicos al FMI
al negarse a que saliera a la luz un informe del Fondo Monetario, el
cual rendido a las evidencias, abogaba por una quita de la deuda
griega y otorgar un período de gracia de 20 años que confirmaba la
insostenibilidad de la deuda helena. El FMI, a unas jugadas del final
de la partida ve inevitable la derrota, pero la UE, en el colmo de
los ridículos prefiere seguir ante el tablero hasta oir el
vergonzoso 'jaque mate', y todo bajo el alboroto y la algarabía de
sus cheerleaders, de las cuales destacan por su teatralidad y vocerío
las de España.
Es
curioso que las animadores españolas, se tiren de los pelos en
público al oir las palabras 'quita' y 'período de gracia', que aquí
hay que pagar lo que se debe, que si patatín, que si patatán. Es
pasmoso que se hagan las sordas o las 'rajoyes que no oyes', o las
amnésicas cospedales o 'no me consta', cuando en este mismo siglo
recién estrenado hubo una negociación en la España de puertas
adentro entre los que ahora niegan el pan a Grecia, en la cual una
de las Cajas de Ahorros más importantes decidió, en contra del
derecho y a favor de lo torcido contable, renunciar a cobrar un
puñado de millones de euros que le adeudaban los protagonistas del chanchullo-partidismo. Lo que se ofreció a cambio de aquella quita, lo
estamos sufriendo los votantes y abstencionistas de a pie... pie
calzado gracias al género gitano de mercadillo, que el dinero no da
para más y no hay que quejarse, no nos lo vaya a "quitar"
el rata del Ministerio de Hacienda.
Parece
haberse olvidado que en posiciones de extremismo fetén y
radicalidad, no hay lugar a la negociación: ni agua al oponente.
Sólo hay sitio para la exigencia incondicional de unos presupuestos
irrenunciables. Y valgan como paradigma de ese extremismo las 180.000
personas que se quedaron sin techo en 2008: no hubo excusa, ni agua,
ni negociación... Sólo juzgado y ejecución extrema del embargo
sin mediar palabra de consuelo ni alternativa habitacional. En el colmo del cinismo, ni gobierno ni oposición ( de los cuales, y de acuerdo a la filosofía cínica, nos podemos hacer una idea muy aproximada a su forma de pensar por su forma de vida, cuantía de sueldos, privilegios y subvenciones recibidas) han osado calificar a la política de desahucios de extremista.
Entonces
si Varoufakis ha dimitido para, según sus palabras, "facilitar
la negociación", ¿en qué posición quedan todos los
descalificadores del ex-ministro de economía al que sólo le
quedaba por recibir un brindis del tipo: "Varoufakis es ETA"?
En
ese "radicalismo, extremismo e izquierdismo" griegos, hay
un intenso hedor a escaparate electoralista de gobiernos de otros
paises que se ven a corto plazo como un maniquí al final de
liquidación de temporada, id est, con el culo al aire; y a los que el
destino de todos y cada uno de los ciudadanos griegos les importa una
higa... sólo piensan en su "tesoooro", en sus
"billeeetes", en sus apuntes contables y en sus "voootos".
Quizás
mi sordera haya avanzado, la muy traicionera e hija de puta, un poco
más en sus posiciones , pero me parece oir ruido de sables en el
cuartel de la germano-UE, y hasta unos clarines de guerra civil.
Volviendo a Trotsky, aquel traidor a generaciones y generaciones de
camaradas, que culminó su puñalada trapera haciéndose cristiano:
"Cuando estalla la guerra, todos los acuerdos quedan en la nada,
aunque los concierten dos estados capitalistas". Los acuerdos
entre Grecia y la UE ya han empezado a arder amenazando
carbonización, y cordura bombera queda poca para tanta llama... Veremos a ver qué pasa.