Eramos incapaces y teníamos tutores. Los representantes de nuestra incapacidad nos han dicho cienes y cienes de veces que ''no se puede
gastar lo que no se tiene''. En palabras de Voltaire y más
divulgativas: ''no llevamos medias ni zapatos, y eso menos tenemos
que gastar''...que así es como ahora se le antojaría vernos al
gobernante, pisando descalzos el abrasivo hormigón que ha vertido el oligopolio de la Construcción. Y es que osábamos fregar la loza con agua caliente, y
hasta comprar en las rebajas algún juguete a nuestros hijos... ¡Hala! ¡Viva el cachondeo!.
¿Pero no era, hasta no hace tanto, allá
por los ochenta del siglo pasado, que los padres deputativos de estos
hijos deputativos, a saber, Ronald Reagan y Margaret Thatcher, predicaban
a viva voz el bálsamo de fierabrás que del bienestar nos curaría,
ese vivir a crédito y no del propio sueldo? Con Reagan y Thatcher, se
podía gastar lo que no se tenía, gracias al gracejo de una tarjeta
de crédito y al 'ansiolítico' mantra de las expectativas
exponenciales de engorde del valor del ladrillo y su circunstancia.
Ibamos al dentista cuando nos rompía un diente, y hasta nos bebíamos
unos litros sentados en un area de descanso... ¡Qué vida loca! ¡Qué
despilfarro!
Sus hijos deputativos, pese a que ahora se
llamen p.p., nos dicen lo contrario, porque ya no son capaces de
apagar el fuego de la incertidumbre de períodos de endeudamiento que
se extienden más allá de los veinte años. Y nos lo espetan
solemnes, con ademán trágico y una tarjeta black en el bolsillo.
Pero en esta península, los indígenas son tan ovinos que, glosando
a Voltaire, si nos mandaran ir con el culo al aire, tampoco
tendríamos frío en el trasero: unos buenos azotes legislativos
calientan las nalgas frías. Del azote del “Hemos vivido por encima
de nuestras posibilidades” aún se acuerda la región sacra.
Somos incapaces, freudianamente ''...incapaces de conseguir algo más que relampagueos momentáneos de felicidad...'' y seguimos teniendo tutores, por obra y gracia de la fiesta de la democracia. ¿Quién obligará a pagar a esos tutores cuando no den el alimento a los incapaces?
No hay comentarios:
Publicar un comentario