miércoles, 15 de julio de 2020

MÉRITOS DE EMÉRITO

   En el siglo XX y primeros años del XXI, a la prensa, sobre el rey Juan Carlos I, le constaba - la venda en los ojos bien apretada - no haber en él cosa que contraviniera a su santa fe constitucional y buenas costumbres transicionistas.


Y me quité la venda de los ojos, y al... - Un placer coincidir ...
   ''Mirabaud es sinónimo de continuidad, pero es mucho más que un nombre. Significa protección, crecimiento y tradición''. - Yves Mirabaud. 
    Mirabaud, ese banco con doscientos años de actividad financiera... Qué curiosa cuasi-paronimia la habida entre Mirabaud con el Miramar de los duros y disciplinados años de estudios de Juan Carlos. Los años en Miramar junto a su hermano, de prematura muerte por tiroteo. En Miramar los bolsillos de aquellos aprendices de reyes casi siempre estaban vacíos de metálico y papélico... años veredes en que tanto se hincheren que no hubiere pantalones que los sujetaren.
1950 Juanito, un chaval en el palacio de Miramar | El Diario Vasco
    Ya atrás perdida la gracia del desgarbado mozuelo, y rey hecho y derecho, la cuenta en el banco Mirabaud del ahora emérito, generaba rentabilidades anuales rayanas al 8% sobre un saldo medio de 60 millones de euros. Sus súbditos satisfechos de un monarca tan campechano y tan del pueblo, eran de cuentas bancarias capadas de varios ceros a la derecha, pero con la ventaja de que la banca de la cosa cañí les obsequiaba con un generoso 0% al que había que sumar una comisión anual por gestiones ficticias.
FundsPeople
El Rey de España era un hombre alto y campechano como su padre don Juan. Alguna de su súbdita muchachada llegó a apodarle de Juancarlitros. Él, el protagonista de aquella reforma pactada, disfrazada con una camisita de ruptura y un mono canesú rojigualdo al que estaban cosidos un cuello de confusión y unas mangas para contentar tanto a los de blanco y negro como a los de tecni-color, que no dejaran adivinar mucho al calenturiento pero que tampoco taparan tanto como en un convento de clausura.
Aragón durante el franquismo - Gran Enciclopedia Aragonesa OnLine
    La corrupción de lo que debiera ser gente decente descansa en el interés de conseguir el favor real con la lisonja. Su consejo, pues, está viciado y tanto la ociosidad como el vicio monárquico es aplaudido por la institución/prostitución periodística. El ''cuarto del poder'' dedicado a ver desde sus editoriales la paja en el ajeno ojo de la política y no la viga en el monárquico, silenciando los favores y mercedes vergonzantes de un lado del reparto de actores. Silencio que es agradecido mediante donativos de cualquier especie y de género encontradizo, por parte del otro lado del reparto. ''Quien no hurta no vive'', se le oye decir al espectro de Quevedo que todo lo merodea.
La risa y la burla en la novela picaresca (y IV): El Buscón | Oro ...
    Si el pueblo británico veía con buenos ojos que su rey Eduardo VII gozara de una relajada vida de ocio y lujo, ¿no debería verse igual e incluso con mejores ojos y anteojos que Juan Carlos de Borbón y Borbón, por si uno de los dos lo perdiere, disfrutara también de una vida de lujo, derroche a troche y moche, oropel y delicados aderezos, habiendo hecho tanto por esa España sin vencedores ni vencidos y para  España y que por muchos años fuera Insha'Allah?
Biografia de Eduardo VII
    Nunca una cacería tan barata saliera tan cara. El safari, el avión privado, el lujo y la fusilería corrieron a cuenta de los petrodólares del príncipe Salman por intermediación del representante de la Casa Real de Arabia Saudí en España, de gracia Mohamed Eyad Kayali y de oficio sus labores empresariales. Tras la matanza de elefantes en Botsuana pormenorizada en la prensa gráfica, la radiada y hasta en la televisada, a los responsables del bicentenario Mirabaud les empezaron a temblar las canillas y aprisa  y corriendo, casi sin tiempo de subirse la bragueta, consiguen que se cierre el depósito real, el offshore y demás deposiciones financieras. Las prisas son malas consejeras y buenas descuideras: se había descuidado la desaparición de una calderilla de 65 millones de euros, a la que se dio pasaporte mediante una donación a una rubia aristócrata, la amante del rey, que no querida, las queridas son cosa de pobres. Honrado sea Fernando Lázaro Carreter por sus dardos de sabiduría.
El oscuro brillo de la Casa Real Saudita en España – Encuentros
    La corrupción de costumbres en el pueblo soberano, más retenida la costumbrista soberanía en la superstición que en la rectitud de la naturaleza, todo hay que decirlo, se ve reflejada en su rey. Y ese reflejo hace que moderada, benigna y amable parezca la corrupción del coronado.
    Maletas llenas de billetes por vía aérea, ahora estoy sobre arena sarracena ahora lo estoy en tierra reconquistada. Los aviones que entran en la base militar de Torrejón por los que salen. La máquina de contar billetes echa más humo que la del Tío Gilito...
DEMASIADO VIOLETA: EL ARTE DE GANAR EL VIL METAL QUE YA NI ES ...
    Donde el juicio debiera variar por la contradicción de opiniones, el fútbol ejerce la función de balsámica diacetilmorfina del pueblo (das Opium des Volkes ha quedado más bruto, más anticuado, menos refinado), haciendo dudosas, quedas y hasta mudas las conclusiones más sabias.
    Comisiones, transacciones, lavadoras, regalos, fundaciones y fundiciones en volquetes de lo que se terciare, son lodos traídos por los beneficios del olvido, a los que el pueblo español ha dicho sí y amén; lodos arrastrados desde una reconciliación inexistente, aún por cauterizar las venganzas de la Guerra Civil; lodos amasados con polvo de referéndum sobre la forma de Estado, hecho polvo a martillazos, a golpes de hoz, de puño, de yugo, aguijoneado por punzantes espinas de rosal y saeteado por un manojo de flechas.
Test: ¿Cuánto sabes de la Transición Española? - España - COPE
    Espejito, espejito mágico, qué monos salen el rey y su pueblo soberano en el cobre pulido de tu rostro, después de hacer entrar a Blancanieves por sus fosas nasales.
Mis Historias by Maryanne: Un cuento bizarro
    Rey de Chivas, pueblo de Soberano, que tanto monta, son gentes que no hacen virtud si no es por interés.

martes, 14 de julio de 2020

HASTA LAS COLAS DEL HAMBRE SON TELEVISIVAS

        Han vuelto a dispararse en número los demandantes de comida, agolpados sus pies puntera contra talón ajeno, en interminables colas frente a lo que ahora llaman entidades sociales y en la postguerra ''auxilio social'', lugares donde se lleva, se trae y se almacenan cestas de alimentos, de leche maternizada, potitos y otros productos específicos para la higiene infantil de esos ''urbanos lobeznos amaestrados'' fotografiados en La Colmena por un CJC con funciones más de notario que de fabulador.
Cientos de desempleados acuden a bancos de alimentos en Estados ...
Colas en el banco de alimentos de Lugo
    Las largas colas no están formadas por espíritus propensos a la alarma (al decir en uso en el barrio de Salamanca), sino por cuerpos aterrorizados ante la inminente amenaza del hambre, cuerpos presentes de padres acompañados por sus hijos, de tersos jóvenes y arrugados ancianos. No son colas de ansiosos acaparadores (en el refranero de La Moraleja), sino de verdaderos menesterosos que han dejado de poder socorrerse a sí mismos y a los suyos, toda una antología de los sinsabores.
El banco de alimentos despacha en un día lo que antes en un mes»
    El potaje de escaso avío y abundante legumbre vuelve a las mesas de los españoles, no conozco a otros o por lo menos no me dirigen la palabra. Atrás quedaron unos tiempos, - tampoco tan perdidos en la hemeroteca, que aún entonces eran geolocalizables - tiempos de fortuna - quién iba a decir que efímera- , en los que las lentejas eran alimento de pobres, reminiscencias de Antigüedad Clásica, quién sabe si hasta del siglo de la Ilustración, en que la diminuta legumbre era despreciada hasta por la chusma pobre coetánea de Montesquieu, Rousseau o Voltaire - que tanto monta y si no, aire y a peerse a otro lado -y no la comían más que los caballos.
Colas interminables para pedir comida, la nueva curva que nadie ...
            
    La bolsa con la lata de atún, las consabidas lentejas, puede que hasta alubias negras y el arroz para unos clásicos ''moros y cristianos'' huérfanos de enjundiosa compañía o compango, la pasta (quién la volviera a sobar 'eurada' y no catarla cocida), la leche en polvo y el paquetito de café, sirve para rellenar el hueco del estómago en riesgo de pobreza, durante uno o dos días. La economía sumergida en la que nunca hubo nada blanqueado, pues la chatarra, el cartón y todo oficio a domicilio son quehaceres que ensucian, servía para cubrir la necesidad básica, el vivir al día, para dormir con las tripas en silencio acallados sus achaques y protestas con las viandas del supermercado del superahorro del barrio. ¡Qué noches las de aquellos años! El humo de un cigarrillo liado con unas colillas generosas de hebra, que para el vicio también hay un parche, acompaña en esa nostalgia de un álbum de fotos imaginado.
Welcome to Flickr!
    En las horas de retiro aún se puede ver la televisión, por no ver vergüenza y calamidad. La presencia de la amenaza del hambre y el No Future en la España del siglo XXI, no supone la ausencia de televisión, desde un plano se puede acceder a otro... casi siempre. Pero contra el deseo de hacer ciegos los ojos a la calamidad y la vergüenza, esa misma televisión no produce olvido, sino que reaviva las brasas del amargo recuerdo, abriendo los párpados con unos ganchos cual si de un tratamiento de Ludovico de Clockwork Orange se tratara: busque, compare y si encuentra algo mejor quédese con las ganas de comprarlo.
A Modern Take on a Kubrick Classic with New 'A Clockwork Orange ...
    En programas de audiencias más entradas en arrobas que otros, se debate, se discute y, lo que es peor, se aconseja, sobre toda suerte, para mayor desgracia, de alimentos saludables de baja densidad nutricional que permiten comer grandes cantidades sin tener remordimiento calórico. Para el televidente que ha dado fin a la limosna del banco de alimentos, es menos apremiante el hambre de libertad y justicia que el hambre de pan. Pero pese a lo público y notorio de la crisis, le televisan a la cara las bondades de los alimentos saludables y de los cuidados de la lorza rebelde.
La Caja (tonta), por Paloma Azpilicueta - La Casa de la Paraula ...
     A la televisión le da lo mismo quién vea sus bochornosos contenidos: bien le vale el desahogado al que no le hacen mella ni el frío ni el calor ni el hambre, por obra y gracia del aire acondicionado, la calefacción y la mesa reservada en un estrella Michelín; como también le aprovecha aquel que ahoga la falta de sosiego del bandujo con sueños donde se humedece más el paladar que la entrepierna. El cuarto poder no le hace ascos a nada, ni a la cola de menesterosos esperando por la bolsa de caridad, ni a los programas y cuñas publicitarias que tocan tanto la circunstancia del adipocito desparramado como el apaciguamiento del apetito ocioso con costosos engendros hipocalóricos.
Si mientes (mucho) sobre tu peso, el seguro no te paga | Sección ...
    El influjo de la caja tonta se me antoja entonces ruin, las oleadas de admiración entre sus imbéciles también.
    Las bolsas de plástico, ya vacías, se doblan cuidadosamente, que pueden servir para algo el día de mañana, más para llenarlas con el hallazgo en un contenedor de hipermercado de algo con la fecha de caducidad distraída, que para llenarlas de una basura que brilla por su ausencia, por eso del apremiante ''todo alimenta'' y ''lo que no mata sustenta''.
A falta de celebraciones bienvenidos sean los consuelos de pan y cebolla o de pan y potaje, que para la historia quedan, de momento, las pruebas de cariño y para la crónica las de sacrificio. 
Y a la televisión un ''...Me cago en el padre de los hermanos Lumière.''
MORIARTY on Twitter: "ME CAGO EN EL PADRE DE LOS HERMANOS LUMIERE.… "

jueves, 9 de julio de 2020

FRUTA PODRIDA

Los cadáveres locos flotan las olas en el dilatado mar de los cuerdos.

Un cordón umbilical de ramas secas podadas del drama cómico, a la deriva navegan su drama trágico, sus obscenidades panza arriba.

Las escenas de arrugas son borlas que cuelgan ajadas y desteñidas la pesadumbre y el lamento.

Amargo es el ocaso de la estación efímera, atrás quedó el dulce encendimiento.

Ardiendo, los cadáveres se fugan del mar de los cuerdos a la tinta de los puntos y a parte.

Los puntos y aparte que horadan el pensamiento, que mastican el tiempo indiferente a ese mar repleto de muertos.

El gesto de cada muerto es un pliegue de libro abandonado que ha descendido al infierno para volverse a elevar.

Libros que desde el fondo han vuelto a flotar en el mar de los cuerdos, minúsculos tomos gelatinosos.

Hojas secas arrancadas, arrugadas, mojadas de semen charlatán y adulador, sus puntos y a parte de la tinta corridos.

¿Quién en silencio fue conocedor de lo genuino, qué resíduo mudo lo fue de lo bastardo?

Mamando pezones rotos en tetas puramente formales.

Oyendo la meada en su susurro de gotas musicales.

Oliendo la entraña que con dolor evacúa y que nunca cesa de evacuar.

La diarrea verbal del animal social,  esa gran mierda y ese gran mar de los cuerdos, del que los cadáveres enajenados quieren fugarse al charco de los versos.

Flotan sus formas los versos, algunos besos sueltos,  flotan sus proporciones, que hieden a muerto, que no huelen a un deus ex machina cuerdo.