desde
la esquina del polvo,
vacías
telas
y
arañas con miedo...
lo
tan claro muerto,
seco,
quieto...
lo
tan simple,
flota
inerte,
asido
a un neumático,
sin
aire, sin llanta,
sin
aliento...
todos
los dueños
olvidan
el polvo,
huecos
de ojos...
todos
los huérfanos
están
ahí dentro,
dos
veces yermos...