sábado, 29 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
miércoles, 5 de diciembre de 2012
DOS TONTOS MUY POCO TONTOS: DICTADURO Y DEMOCRACIO
¿Son
realmente tan distintas la democracia representativa y la dictadura
cuando se las compara? ¿Una buena y otra mala? ¿Una, quienes la
conocen, es por cosas de virtud y la otra un poco díscola y
malcriada? A lo mejor no tanto como nos hacen pensar.
En
una dictadura, aquel elemento molesto y que supone un peligro para la
permanencia del régimen, en el peor de los casos se le ejecuta
sumariamente; en el mejor se le encarcela, preferiblemente de forma
perpetua,si no es que también se le somete a tormentos por aquello
del cristiano 'castigar la carne' que tanto ha pesado en las
legislaciones penales posteriores.
La democracia no
hace esto. Utiliza otras armas. Para las partitocracias, aquellos
individuos molestos (antisistema y anarquistas) son objeto de
investigación: se indaga en su vida privada y en su vida pública, a
sus familiares y amigos y a sus compañeros de trabajo. Se recopila
información hasta encontrar una saeta y un talón al que disparar.
El resultado es el hundimiento y naufragio tanto personal como
profesionalmente. Esto se realiza en defecto de detención,
enjuiciamiento y prisión.
Hay
en esta conducta de los dos sistemas, tan cetrina como alevosa, un
componente tribal y por ende jerárquico: el enemigo de la tribu o
del sistema o es expulsado/marginado o es ejecutado/enjuiciado. Es
ese paletismo atávico del 'todo en y por la desigualdad'.
La
diferencia de la partitocracia con la dictadura es que es un sistema
donde se alternan dos o más tribus. Aunque comparten territorio y
sistema, estas tribus no conviven pacíficamente. Tan pronto como un
partido conquista el poder mediante el mayor número de sufragios, lo
que le permite controlar todos los resortes del gobierno (un cierto
tufillo en esto a su prima la dictadura), el marco legal le faculta para encerrar
a la minoría en un establo durante el tiempo en que dure su mandato:
es el papel del representante de la soberanía popular o
intermediario que se ha hecho con el control del negocio al
hipertrofiar su rol de acuerdo al marco legal, (todo por el partido y
dentro del partido), algo que va contra la democracia misma en su
sentido más literal: nuestro siglo nos ha demostrado más de una vez
que la idea de 'representación' es una idea de 'usurpación'.
Hasta
en sus nombres se parecen las dos formas de gobierno: la dictadura se
llamaba a sí misma democracia orgánica, para parecer más una
muñeca Nancy. Lo de ahora, que es una clara oligarquía de partidos
o partitocracia, se llama así mismo democracia representativa, para
parecer más una Barbie (los tiempos corren y los juguetes cambian,
pero siguen siendo juguetes, tienen un misma finalidad, aunque hayan
cambado sus camisitas y sus canesúes)
Los
dos regímenes tienen también un nexo de unión religioso,más que
nexo un nudo atado y bien atado que cumple la función evangelizadora
del grillete mental. Este nexo los hace más cercanos, más
parientes, un casi hasta más consanguíneos: el lugar que ocupan los
lazos biológicos y matrimoniales que producen los derechos y
obligaciones del parentesco natural y 'decente', lo ocupa aquí el
cristianismo en sus diferentes sectas. La Iglesia católica (caso
español) era sumisa y servil a la dictadura franquista y también lo
es con la actual partitocracia 'transicionista'. ¿Por qué? Porque
ambos regímenes viven del apoyo de esclavos políticos. Ellos son
ese amo superior y necesario para la existencia de la esclavitud,
ellos son ese legislador que se encuentra al margen de aquel a quien
ordena pero sin soltar las riendas... y un esclavo sea de la clase
que fuere, siempre es potencial carne de evangelización y bautismo.
En esta línea, y a guisa de ejemplo, no son de despreciar las
palabras de Emilio Castelar, el más elocuente y culto de todos los
políticos españoles, a decir de ellos mismos, todo queda en casa;
quien se definió a sí mismo como demócrata, porque veía en la
democracia "la realización del Evangelio".
Tanto
dictaduras como democracias se nos han presentado con diferentes
trajes de más o menos alta/baja costura. Liberales, neoliberales,
socialistas, centristas...por muy alejados del dogma de la iglesia
que se encuentren, y hasta si me lo pintas más difícil, por muy
anticristianos que sean en su comportamiento, son subproductos de un
cristianismo que se ha relajado ventralmente: no podía hacer otra
cosa que coincidir con Nietzsche, después de esta singladura que me
pedía a gritos desde su botadura, un final así.
Dicho
está, aquí he estado yo para escribillo, harto papel ha habido para
enviar esta media docena de coces a quien esto escociere. Que la
suerte no nos haga encontradizos con la lanza del desairado y que a
huevo no nos ponga de ser arrebatados por el filo de la espada del
ultrajado. Vale.
Post
Data:
Lo
más perverso de todo, es que 'democracia' y dictadura', hacia las
que he dirigido esta arenga, sean palabras de género femenino,
cuando en su aplastante mayoría, esclavistas, usurpadores,
evangelizadores y tiranos siempre han sido hombres.
De
haber empezado así: "¿Son realmente tan distintos democracio
representativo y dictaduro cuando se les compara?", quizás el
tono se le hubiera asentado peor a los oídos de la jurisdicción
penal...
sábado, 10 de noviembre de 2012
ES LA HORA DEL CAMBIO DESDE ABAJO
Los
manifestantes del pasado reciente, los del presente y los del futuro más inmediato (días vista) responden severamente al estrangulamiento al que
quieren someter a la ciudadanía/aldeanía tanto el Estado (desde el
actual gobierno) como las instituciones financieras que son las que
marcan el compás: la figura no es retórica, porque ya hay cómputo de muertos derivados de ese estrangulamiento.
De un Estado protector se ha pasado a una cárcel
estatal en la que se quieren confinar a trabajadores de hecho y de
derecho y cuyo alcaide es la banca: el paro y los deshaucios han devenido en una suerte
de cadena perpetua para unos y una sentencia de muerte para otros.
Parece
increíble que aquellos años 60 hayan vuelto, cuando todo parecía
indicar que los paces y amores, y las imaginaciones al poder, iban a
peinar canas en los libros de historia por los siglos de los siglos.
En los 60 entre polvo y polvo, los jóvenes y jóvenas lanzaban
piedras ideológicas al tejado de las grandes corporaciones, y entre
porro y porro hacían barricadas contra los mastodónticos gobiernos.
La gente en los 60 se sintió axfisiada entre muros titánicos y
complejos laberintos burocráticos... Toda esa desazón parece haber
cobrado vigor y erección adolescentes en este segundo decenio del
siglo XXI. A fuer de ser objetivos, hay que recordar también que
esos jipis de los 60, con el inexorable paso del tiempo se volvieron
gente dócil, respetables padres de familia con corbata, cambiando
los escalones de la universidad por confortables sillones de piel y
las camisetas pintarrajeadas por las blancas camisas almidonadas del
stablishment: la pretensión de escapar del sistema para ofrecer una
forma de sociedad alternativa, una nueva forma de pensar, una nueva
moral, una anticultura, una visión inédita del mundo, desde
programas que han saciado su sed en el cristianismo, sean marxistas,
sean ecologistas o sean humanistas, en multitud de ocasiones lo que han
llevado es a actualizar las más rancias y peligrosas tradiciones
cruzadas, travestidas con indumentarias vanguardistas: un cura disfrazado de melenudo jipi sigue siendo un cura.
El
25-S, el 15-M y todas sus secuelas por venir (14-N), han cumplido en España el papel
de los "muckrakers"(periodistas sociales) de los Estados
Unidos: dirigir la atención pública a la problemática situación
política y social y no a la propaganda de los medios de
comunicación afines a la partitocracia; esos medios son los que
como buenos discípulos de Goebbels, bombardean a la opinión
pública con una machacona y perversa asociación, la de emparejar
a unos colectivos con unos sucesos, de tal suerte, que si se le
pregunta al consumidor de esa información/desinformación por la
palabra 'jóvenes', contestará 'radicales' o 'violentos'; si se le
pregunta por 'terrorismo', responderá 'vasco'; han absorbido las
mentiras hasta evocar de forma automática un adjetivo
descalificativo a un nombre concreto, de acuerdo con el ideario del
periódico, radio o televisión de que se tratare. Que no hayan
podido agrupar al ganado/votantes pese a esa maquiavélica
maquinaria a su servicio, es lo que ha sacado de quicio a la
'mayoría absoluta' que rizó el rizo obviando por sistema todo su
programa electoral.¡A nosotros no, no nos puede estar pasando esto,
somos los ganadores de las elecciones!
Esta
escandalosa situación político-social, hasta para el más
indiferente, y pese al opio del pueblo llamado fútbol, es lo que
lleva a las víctimas curadas ya de la ceguera, a rechazar los
valores que han conducido a esto( y que pretendían perpetuarse con
mantilla de encaje negro opusdeista), y a solidarizarse con quienes están
haciendo lo posible para sustituirlos por otros nuevos con el fin de
reconstruuir el sistema social. Y objeto de este rechazo son tanto
el partido de gobierno como el de la oposición, pues en lo
fundamental se parecen tanto que la posibilidad real de elección es
casi nula: uno se queja de la herencia del otro, los dos han
heredado del antiguo régimen, pero ambos se concentran en la tierra
de nadie, el centro, en el que se encuentra la mayoría de los
votos. Los programas de ambos entremezclan intereses que
pertenecen tanto a un ala como a la otra, buscando moderación, buscando voto,para no
asustar, con lo que las políticas no se diferencian entre sí salvo
en aspectos cuasi folclóricos.El voto es el voto y el ciudadano es
esa cosa que deposita una papeleta en una urna.
Por
si esto fuera poco, pensadores independientes antes moderados, habitantes del comodaticio territorio del centro político, ante las batasunadas
de Alfonso Alonso y las ultraizquierdadas de Wert, entre otras muchas, disparadas a discreción a
todo lo que se moviere, se van radicalizando a medida que la
hegemonía ultraliberal se va haciendo absolutista(esa mayoria
absoluta y el cambio de chaqueta, recuerdan a aquellas elecciones
democráticas ganadas por los partidos fascistas de principios del
siglo XX y que sólo sirvieron como trampolín para políticas
autoritarias escondidas debajo de negros gabanes). Los que
lanzan sus tercios de porra y pelota de goma contra la horda roja,
negra y de cualquier color que no sea rojigualda, son los mismos que
están sacando de la indecisión a los intelectuales silenciosos, los
que hasta ahora se habían mantenido detrás de un cómodo
burladero, y están empujándolos al bando contrario. El PP aquí ha
provocado un tipo de rebelión como las habidas en infancia y
adolescencia: la rebelión no es tanto contra la figura paterna
como contra esa obediencia hacia el padre exigida de manera
incondicional.
El
gobierno no esperaba esta respuesta a su mayoría hegemónica por
parte de esa amalgama de grupos callejeros de ultra-izquierda (valga la wertada), porque se
había creido la mentira de que los partidos del arco
parlamentario roji-rosáceo (los moderados, girondinos y
mencheviques) eran los representantes de la soberanía callejero-subversiva.
Pero no, no fue así, la protesta era radical, jacobina y bolchevique. Esto no ha
hecho más que empezar, los comienzos son sumamente difíciles. El
camino fácil, recto y atractivo en el mundo de la ciencia no llega,
generalmente, muy lejos (I. Radunskaya): el que ahora se le presenta
a la sociedad española, tampoco. Los partidos transicionistas
españoles no paran de colocar señales de tráfico en dirección a
sus carreteras de peaje asfaltadas, para hacernos difícil el decidirse por torcer hacia las tierras vírgenes... ¿nos va a
desviar esto de nuestro objetivo? Esta es la hora histórica para conseguir lo que antes era una utopía: una democracia participativa, no representativa; una democracia social y no mercantilista. Quizás una hora más tarde el famoso tren de la historia haya pasado de largo y vaya camino de otra estación.
¿UN REBAÑO DE ESPAÑOLES SILENCIOSOS?
Unas volutas de humo de un
cigarro escriben unas palabras de Churchill en el aire: "No siempre los
malos son inteligentes, ni los dictadores tienen siempre razón". Creo
que todos sabemos en mayor o menor profundidad quiénes son los malos y
quiénes los que dictan. Pero la mayoría silenciosa que el PP se ha
arrogado como propia, en aletargado atontamiento, a la que da lo mismo
todo mientras los gobernantes no afirmen ni nieguen nada, y a todo digan
'depende', y que no lee nada en las estériles humaredas de los puros de
Rajoy, vota políticas que le perjudican pero que no son ni afimación ni
negación radical de algo...eso les deja más tranquilos y la providencia
dirá...
No sabiendo a qué atenerse entre tanto color grisáceo, prefieren que el sufragio se vaya a lo malo conocido: ése que confunde todas las nociones al más puro estilo 'opusdeista', ése que es escéptico, ése para el cual todo tiene su pro y su contra, y que a la postre siembra a voleo la duda de si lo bueno y lo malo son cosas distintas, si lo justo e injusto no serán tan contrarios como dicen, o si lo bueno o lo hijo de puta son sólo puntos de vista.
Lo bueno por conocer lo vemos por la Televisión Vertical de España echándose a la calle, con nocturnidad y algarabía, lo vemos como quieren que lo veamos: representado por una imagen sucia, marginal y delictiva...¡No, no, a esos no los voto, que dan mucho miedo!...Los mass-media 'demócrata' y cristianos oran pro-vobis.
Todos esos que no salen a la calle, con los que tanto se llena la boca Mariano Rajoy, no se dan ni cuenta que están dando gusto con su actitud beatona de centro reformistas/transformistas a las palabras de Enver Hoxha: "Se trata, pues, de crear ilusiones con el fin de engañar a las masas que exigen radicales transformaciones revolucionarias". ¡La acción del Gobierno del PP definida por una figura insigne del Maoismo.!
Los que están dando respaldo al PP con su cabeza agachada y su mirar para otro lado, deberían recordar que un régimen absolutista no es un ente abstracto creado de un día para otro, una suerte de seta que aflora súbitamente tras las primeras lluvias; sino que es el resultado del acomodo paulatino de las mayorías 'silenciosas' y de unas relaciones sociales empapadas de apatía y nihilismo, que conceden su tutela efectiva a un Gobierno, a pesar de estar en su fuero más interno, en radical desacuerdo con él, pese a adjetivarse como 'Popular'.
Los rebaños de ganado, bien alimentados, guiados por uno o varios pastores que les protegen y tutelan, tienen su razón de ser si es que están destinados para acabar sacrificados en un matadero... ¿Vamos a ir al matadero todos en fila, obedientes y sin dar mucho trabajo al matarife?
No sabiendo a qué atenerse entre tanto color grisáceo, prefieren que el sufragio se vaya a lo malo conocido: ése que confunde todas las nociones al más puro estilo 'opusdeista', ése que es escéptico, ése para el cual todo tiene su pro y su contra, y que a la postre siembra a voleo la duda de si lo bueno y lo malo son cosas distintas, si lo justo e injusto no serán tan contrarios como dicen, o si lo bueno o lo hijo de puta son sólo puntos de vista.
Lo bueno por conocer lo vemos por la Televisión Vertical de España echándose a la calle, con nocturnidad y algarabía, lo vemos como quieren que lo veamos: representado por una imagen sucia, marginal y delictiva...¡No, no, a esos no los voto, que dan mucho miedo!...Los mass-media 'demócrata' y cristianos oran pro-vobis.
Todos esos que no salen a la calle, con los que tanto se llena la boca Mariano Rajoy, no se dan ni cuenta que están dando gusto con su actitud beatona de centro reformistas/transformistas a las palabras de Enver Hoxha: "Se trata, pues, de crear ilusiones con el fin de engañar a las masas que exigen radicales transformaciones revolucionarias". ¡La acción del Gobierno del PP definida por una figura insigne del Maoismo.!
Los que están dando respaldo al PP con su cabeza agachada y su mirar para otro lado, deberían recordar que un régimen absolutista no es un ente abstracto creado de un día para otro, una suerte de seta que aflora súbitamente tras las primeras lluvias; sino que es el resultado del acomodo paulatino de las mayorías 'silenciosas' y de unas relaciones sociales empapadas de apatía y nihilismo, que conceden su tutela efectiva a un Gobierno, a pesar de estar en su fuero más interno, en radical desacuerdo con él, pese a adjetivarse como 'Popular'.
Los rebaños de ganado, bien alimentados, guiados por uno o varios pastores que les protegen y tutelan, tienen su razón de ser si es que están destinados para acabar sacrificados en un matadero... ¿Vamos a ir al matadero todos en fila, obedientes y sin dar mucho trabajo al matarife?
jueves, 1 de noviembre de 2012
jueves, 25 de octubre de 2012
EL DESAHUCIO HA ASESINADO A DOS CAMARADAS
El
artículo 143 del Código Penal debería ser como un bate de béisbol
en los dientes de la banca: 'el que induzca al suicidio de otro será
castigado con pena de prisión'. Por lo menos debería servir para
darles dentera de por vida cada vez que le incaran algún incisivo a las delicatessen que se meten entre pecho y espalda.
Porque valiéndose de las circunstancias más despreciables ellos
han impuesto una muerte traicionera a unos ciudadanos
amenazados de desahucio.
Frente
a los nidos de ametralladoras de la banca, la mayoría se atrinchera
en refugios cavados, mientras sus casas son pasto de la artillería.
Pero hay unos pocos que abandonan la trinchera y avanzan a campo
abierto acabando atravesados por la munición. Son los héroes que
emprenden esa expedición en la que ningún ser mortal podrá nunca
sobrevivir. Quien usa del término cobardía para referirse a estas
muertes es digno de ser calificado como un hijo de puta. Estas
personas han caido en combate y son pues merecedoras de respeto.

Suscribo
parcialmente las palabras de Nietzsche: "Quien se elimina
realiza algo respetable; quien hace esto, casi merece vivir".
Digo parcialmente, porque yo cercenaría de un machetazo el 'casi'.
El artículo 143 del Código Penal debería servir para que el Parlamento recordara que los camaradas muertos, contribuyeron con sus aportaciones dinerarias al reflotamiento de los bancos que les han ametrallado cuando iban desarmados... El enemigo no tiene piedad. Al Parlamento se le supone ser el 'representante' de la soberanía popular; y se le supone estar en el mismo bando que el de los dos 'representados' muertos.
El artículo 143 del Código Penal debería servir para que el Parlamento recordara que los camaradas muertos, contribuyeron con sus aportaciones dinerarias al reflotamiento de los bancos que les han ametrallado cuando iban desarmados... El enemigo no tiene piedad. Al Parlamento se le supone ser el 'representante' de la soberanía popular; y se le supone estar en el mismo bando que el de los dos 'representados' muertos.
Yacen
en mi memoria, estos camaradas fuertes, que al extremo de la muerte
llegaron. Yacen en mi memoria para que la parca de mierda no se
apunte la victoria y se muera de asco.
lunes, 15 de octubre de 2012
SALIVAZO TRES
Si Heráclito creía en la unidad y la multiplicidad y las aceptaba como verdaderas y existentes...¿No deberíamos heraclitizarnos antes que europeizarnos?
domingo, 14 de octubre de 2012
RAFAEL HERNANDO LE SACA LA NAVAJA AL JUEZ PEDRAZ
Dijo
el PPartido del gobierno que usted, señor Juez, atacaba a los
miembros de la Cámara. Que la frase “por
la convenida decadencia de la clase política” era un arma
arrojadiza de afilado cuchillo y mango relleno de TNT cuyo blanco
eran los reputados diputados del PP y la compañía. Sin embargo,
para el reputado diputado PPopular Rafael Hernando, "pijo
ácrata" es como una plumilla de golondrina que vuela
inocentemente mecida por el viento. En fin... ¡en fin no, que se
abra de nuevo el telón!

Cuando
el PPartido se ve al espejo ya arrugado y medio consumido (¡mi
madre, qué viejo estoy!) es propenso a celebrar unos rituales cuasi
esotéricos para invocar a los arcanos de la eterna juventud:
congresos extraordinarios en los que se 'elige' por aclamación a un
nuevo candidato, o en otras ocasiones se da una ceremonia de
redescubrimiento del mismo de antes pero acicalado de otra manera y
obligado a mantener una sonrisa dentífrica casi hasta el extremo de
la dislocación de mandíbula.
Esto
nos lleva a preguntarnos: ¿es ese envejecimiento producto del
desgaste? En caso afirmativo una renovación de caras sirve para
salir del entuerto. Pero el 25-S viene a decirnos que pese a nuevas
caras, el envejecimiento persiste(¡no nos representan!), lo que nos
lleva a la siguiente cuestión: ¿no será más que desgaste una
decadencia programada como así ocurre con los organismos vivos? En
la decadencia de los organismos vivos pesa más el control génico
que el desgaste producido por el ambiente. Trasladando esto al mundo
de la política sería legítimo aventurar que el sistema bajo el que
funcionan los partidos, el tipo de democracia bajo cuyas normas se
desenvueve la vida política, ha envejecido independientemente de la
acción del entorno, está a punto de caducar por ley de vida y ya no
da el pego con los avíos del maquillaje. Quizás no acierten a ver
con tanta nitidez y sinceridad más allá de la zanahoria colgante,
como sí lo hacían los publicistas de los años 90: su preocupación
era que a partir de los 30 empezaba la decadencia profesional y a
partir de los 40 la marginación laboral.
Señor
Juez Pedraz , usted ha descrito un hecho triste constatado por más
ciudadanos que votantes en las elecciones generales y por ello ha
sido vuesamerced objeto de la agresividad verbal en la forma de un
'indecente' dirigido a usted por parte del diputado Rafael Hernando.
Agresividad que en este caso es ejemplo palmario del otoño de la
clase política, porque los 'inaceptable', 'impresentable' e
'intolerable' que el escocido político del PP vomita hacia su
persona son ya hojas secas, amarillentas y muertas que la ciudadanía
pisotea en su cansino pasear.
La agresividad del portavoz adjunto del Grupo Popular es un acto instintivo destinado primordialmente a la conservación de su especie/partido, ahora que todo son enemigos, conjuras judeomasónicas y ansiolíticos para salvar la jornada con dignidad. Pero disimule vuecelencia cuando el diPPutado Rafael Hernando cuestiona su capacidad jurídica por puro vociferar y patalear, porque discerniendo el auge y el decaimiento de este adversario es como se conoce el estado de las cosas en el campo de batalla, que es en lo que se ha convertido la vida pública: esos estados de conflicto y lucha que algunos portavoces propician, los que para Locke son sinónimo de brutalidad y decadencia.
A pesar de esa menopausia argumental que lleva a Rafael Hernando a hacerle responsable de cualquier acto de intimidación, acoso o agresión que pueda producirse contra cualquier representante de la soberanía nacional; a pesar de esa violencia política contenida en la frase: "Aunque pretenda ir de pijo ácrata, en realidad es un juez"; a pesar de esos tics del antiguo régimen (como por ejemplo, ese "españolizar la enseñanza", que literalmente era propósito perseguido por la Junta de Defensa Nacional en 1936); pesares que todos esperamos pasajeros, los ciudadanos viven todo lo libres que les dejan, y protestan y se manifiestan porque todo indica que parecen haber nacido para la libertad y no para la esclavitud de un animal de carga (omnes autem homines natura libertati studere et condicionem servitutis odisse; hasta Julio César, uno de los referentes de Rafael Hernando, ése del que el Ingenioso Hidalgo Don Quijote dice que "fue notado de ambicioso y algún tanto no limpio", cayó en la cuenta).
La agresividad del portavoz adjunto del Grupo Popular es un acto instintivo destinado primordialmente a la conservación de su especie/partido, ahora que todo son enemigos, conjuras judeomasónicas y ansiolíticos para salvar la jornada con dignidad. Pero disimule vuecelencia cuando el diPPutado Rafael Hernando cuestiona su capacidad jurídica por puro vociferar y patalear, porque discerniendo el auge y el decaimiento de este adversario es como se conoce el estado de las cosas en el campo de batalla, que es en lo que se ha convertido la vida pública: esos estados de conflicto y lucha que algunos portavoces propician, los que para Locke son sinónimo de brutalidad y decadencia.
A pesar de esa menopausia argumental que lleva a Rafael Hernando a hacerle responsable de cualquier acto de intimidación, acoso o agresión que pueda producirse contra cualquier representante de la soberanía nacional; a pesar de esa violencia política contenida en la frase: "Aunque pretenda ir de pijo ácrata, en realidad es un juez"; a pesar de esos tics del antiguo régimen (como por ejemplo, ese "españolizar la enseñanza", que literalmente era propósito perseguido por la Junta de Defensa Nacional en 1936); pesares que todos esperamos pasajeros, los ciudadanos viven todo lo libres que les dejan, y protestan y se manifiestan porque todo indica que parecen haber nacido para la libertad y no para la esclavitud de un animal de carga (omnes autem homines natura libertati studere et condicionem servitutis odisse; hasta Julio César, uno de los referentes de Rafael Hernando, ése del que el Ingenioso Hidalgo Don Quijote dice que "fue notado de ambicioso y algún tanto no limpio", cayó en la cuenta).

Rafael
Hernando es un profesional de la política y se le supone
profesionalidad también en la vaina de la imagen. Pero hete aquí
que pese a vestir un peinado y una pose similares a los del Juez
Pedraz, que por otro lado no es profesional de márketing ni de
publicidad, la imagen de éste es infinitamente más mediática y más
cercana a la ciudadanía/aldeanía que la del diPPutado. Por ello, y
antes de bajar el telón, quiero dejar constancia de que aprecio
cierto tufillo a orgullos escocidos y frustraciones hirientes. ¡Que
alguien pulverize ambientador para disipar ese olor a sobaquina
rencorosa de Salieri, no vaya a ser que Mozart se resienta de la
pituitaria!
Ahora
sí, telón y luces fuera.
lunes, 1 de octubre de 2012
¿DEMOCRACIA o a CRACIA do DEMO?
Aristófanes
era un comediante que no tenía gracia ninguna... una cosa es vivir
del chiste y otra ser chistoso. ¡Y que viva José Luis López Vázquez! Este beatona y conservador de Aristófanes, dejó
escritas unas palabras que he pescado a anzuelo:
"No
tienes más que ver a los políticos en las ciudades: cuando son
pobres son
honrados
con la gente y con el Estado, pero en cuanto se hacen ricos a
expensas del erario
público,
en seguida se vuelven unos sinvergüenzas que conspiran contra el
pueblo y
luchan
contra la democracia"
Hacerse
rico a expensas del erario público, sinvergonzonería, fraude,
corrupción...¡Ah! estas notas musicales suenan tanto en mi cabeza
como esas coplillas de triunfitos y gorgoritos músico-televisivos que tanto dinero dan
al sector de los analgésicos... y se me saltan las lágrimas de la
otitis. Los nombres de esos hacedores de riquezas cambian pero bajo esos nombres cuelgan las mismas vergüenzas.
Esas acciones censurables de los políticos que son amenaza y
conspiración contra la democracia ¿vienen del espacio exterior a
ésta (la democracia) o, por otro lado son una consecuencia de
ésta... una infección del más acá, más que una gonorrea del prostibular más allá ?
Los
filósofos, 'inocencicos' ellos, confiaban en que la democracia, el
gobierno del pueblo, la soberanía popular (que tan bonito suena
oiga, aunque ya hiedan las versiones orquestales por muchas y por
chabacanas), fuera la perfección social: la democracia sería algo
tomado al asalto sin resistencia ni escabechina por la sociedad
civil, quien edificaría ladrillo a ladrillo (con perdón) desde
abajo hacia arriba un Estado cuya forma de gobierno fuera en la
cúspide tan democrático como en la base. Bockelmann, 'animalico'
él, lo veía de una manera más simple y más esclarecedora: una
sociedad donde el otro no es mejor ni peor, sino distinto... ¡Qué
bonito!
Es
la hora de las matemáticas:
La
democracia, tan helena como la geometría euclídea, adolece de sus
mismos errores. Si hay algo que caracteriza a la geometría euclídea
es que es una idealización nacida de la mente humana, una solución particular de algo más abstracto y menos humano aún. El hombre
occidental beatón y conservador como Aristófanes, ha cerrado filas
en estas antiguas ideas sin cuestionarlas durante siglos hasta el
extremo de hacer ver de forma forzada a la naturaleza como un
universo euclídeo, cuando relamente no se ven líneas rectas por
ninguna parte, ni paralelas, ni planos, ni esferas... ni absolutos,
en definitiva.
- Si
esta pieza del puzzle no encaja, la golpeamos y la recortamos hasta
que entre en el hueco, ¡cojones!
La
democracia viene a ser una versión filosófico-política de esa
geometría de cuento de hadas que le salió por ahí a Euclides.
Los
políticos sabedores de este espejismo, de esta idea que por muy
extendida no deja de ser endeble y hasta ficticia pero que les sirve de blando colchón para sus golferías y tradicionalismos, se encargaron de
propagarla aún más a la mayoría, al populacho, a la plebe, a la
masa, el pueblo soberano (y viva el brandy), para atraer
participación ciudadana, votos, en defintiva poder... poder
oligárquico.
-¿Para
qué vamos a quitarles la ilusión si son tan felices así, las
criaturitas?
Según
Diderot, el hombre de espíritu ve lejos en la inmensidad de los
posibles, el idiota no ve nada posible más que lo que es. Al hombre
de espíritu se le llama en el mejor de los casos posibilista,
partidario de la posibilidad del poder democrático, también se le califica por esta actitud de temerario; en el peor y ya puestos a echar
pestes por la boca para dejarle fuera de juego de forma
antirreglamentaria, se le cuelgan los sacos 'benditos' de antisistema, radical, marginal,
antisocial y hasta terrorista. El idiota, a diferencia del hombre de
espíritu, es más pusilánime, más político, dispuesto a medrar
hozando en el lodazal que ha preparado la participación ciudadana para mayor gloria de la
partitocracia. Los partidos políticos optaron por ser realistas, por
no ver como posible nada más que lo que es, como los idiotas, por
ser partidarios de la realidad del poder oligárquico que obliga a
andar con la cabeza agachada y a no ver la que se viene encima
(llámese crisis del ladrillo, hipotecaria, o como gustare al
lector).
Las
grandes decisiones en nuestra democracia cañí-parlamentaria, las
toman los representantes de los ciudadanos... siempre se ha dicho
esto. Pero ahora se oyen cada vez con más frecuencia y desde
más
sitios, que esas decisiones necesitan del previo consentimiento de
quienes de verdad detentan el poder: los que tienen el dinero, los
títulos valores, las mayorías en los consejos de administración de
los grandes monstruos empresariales a cuya sombra vivimos. Y la
realidad del día a día que se nos cuenta, no por un puñado de
medios oficialistas, sino por una pléyade de pequeños medios
alternativos a la propaganda, es que con ese dinerón es con el que
consienten que alguien permanezca en el poder político, con el que
asienten cuando la cabeza del representante de la soberanía popular
se vuelve para pedirles aprobación, y con el que mienten por medio
de su séquito de voceros.
Esa
propaganda es la que sale de las bocas de nuestros dirigentes
políticos a la cabeza y de los medios de comunicación en el
pelotón, en forma de varias coplas tituladas 'transición', 'pueblo
español', 'fiesta de la democracia' y sobre todo 'consenso', mucho
'consenso' para dar y tomar, para repetir hasta niveles
pantagruélicos. ¿Qué es ese consenso del que tanto hablan? ¿Es
bueno, milagroso, políticamente balsámico? La Constitución, se nos
dice que fue establecida por consenso. El consenso es la coyunda de
los puntos de vista de unas pocas personas, que , hete ahí, se
erigen en una especie de illuminati legitimados por a saber qué
entidad ectoplasmática de maravillosos poderes, para establecer las
reglas de la libertad, políticidad y fraternidad . Unos pocos dictan
para otros muchos sin preguntarles a éstos. Este puñado de
'elegidos' le ponen el disfraz de democracia con su camisita y su
canesú a una oligarquía de petit comitè, para ocultar la fealdad e
inmoralidad de ese pacto. Y por fin, ¡tachán!, aparece tras rasgar
el envoltorio plateado, banda de música, curata, picoleto, alcalde,
fuerzas vivas y tijeretazo a la cinta inaugural, el régimen de
partidos. Aunque no responda a las reglas de la democracia formal ni
a los ideales de aquella democracia de los filósofos, el producto ya
ha sido presentado al público como algo inevitable, como lo mejor
que nos podía haber pasado, con música de fanfarrias y fuegos de
artificio, y bien maquillado y engominado para asombro de los
boquiabiertos.
¿Cuál
es pues la fórmula mágica para mantener este sistema alternativo a
la dictadura sin levantar sospechas entre un populacho desinformado
pero no completamente tonto, por haber sido escaldado recientemente?
El aprendiz de brujo ha tirado del libro de magia y ha usado el
conjuro del sistema proporcional de listas, acorazado por una ley
electoral: el futuro de la partitocracia queda asegurado sin ofender
a los súbditos y haciéndoles ser, a su vez, colaboradores
necesarios. Aprobar la ley electoral es poner la primera piedra de
la oligarquía de partidos, una suerte de muro que cierra el camino a
la democracia y que hace vivir a los gobernados y al pueblo soberano
(de brandy, fútbol y farias), bajo una oligarquía de partidos o
partitocracia, que tanto monta. Se les hace ver que más allá de ese
muro está el peligro, la nada, el caos, la anarquía y la dictadura,
y que más acá está el paraiso democrático 'con sus virtudes y sus
defectos' como siempre se agrega para darle una nota de autenticidad.
El
papel que acogía a la palabra democracia ya está reseco y
amarillento, y hasta algunas manchas de moho le han salido... cuando
la hoja era inmaculada, la democracia garantizaba un gobierno acorde
con los deseos e ideas de la mayoría. Pero esa garantía ha pasado a
mejor vida casi después de su parto. Y la mayoría ha sido víctima
de una estafa (eufemísticamente 'error') por la cual se ve obligada
a concurrir a elecciones de forma sistemática, las cuales -experiencia manda- se han demostrado estériles para alcanzar esos
deseos e ideas que figuraban en la letra grande del contrato de
garantía ya caducado. Esterilidad que ha conducido al callejón sin
salida de la dictadura de los intermediarios político-financieros.
Si era previsible o no el desenlace de esta tragedia, o si era un
deseo materializado de forma premeditada desde el principio, eso ya
constituiría el planteamiento de otra narración. Pero lo que sí es
observable y comprobable es que en vez de una democracia real,
estamos inmersos en un régimen partitocrático u oligarquía
partidista.
El
precio que estamos pagando por mantener en la lista de ventas este
cuento de hadas desesperanzadoras y hados corruptos, que sin la
Europa de los Bloques ya ha dejado de ser útil, de ser leído y de
estar de moda, es demasiado alto: en este año 2012 ese precio ya se
ha traducido a números y a lágrimas.
"Nadie
conoce toda la amargura de lo que aguarda en el futuro. Y si de
pronto apareciera
como
en un sueño, la negaríamos apartando los ojos de ella. A esto le
llamamos
esperanza."
- Elías Canetti
domingo, 30 de septiembre de 2012
sábado, 8 de septiembre de 2012
abocar o avocar
Hay duda sembrada a voleo por el barbecho del papel de periódico, por eso de que algunos brotes han salido con el lema 'avocar' y otros con el de 'abocar' . El contrito hombre a una boina pegado no sabe si arrancar uno y otro por cuanto no sabe cuál de los dos mala yerba será.
El Corominas desde la tumba nos dice que 'abocar' es asir con la boca y que se aplica a los perros de caza cuando muerden. El 'avocar' tiene la peculiaridad de ser un hijo más de la lengua del imperio romano/vaticano... dícese que a su madre la llamaban 'advocare'. Y que este hijo ha venido al mundo con un sentido jurídico debajo del brazo. Atraer a sí la resolución de un asunto o causa cuya decisión correspondería a un órgano inferior, viene a ser lo que contesta al ¡alto, quién va!.
Así que... decirte he de, que en pleitos de hombres con hierbas, poco sé, nada me importa y todo lo ignoro...
Pero infiero que al 'avocar' si no le dan de comer lo que fuera asunto de otro, capaz fuera de 'abocar' como un perro de caza.
El papel de periódico me parece mala tierra para dar buen fruto.
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